Ante una imagen de Nuestra Señora del Carmen
Cuando de hinojos, Reina y Madre, miro
vuestra divina imagen, en madera,
barro y color, la propia vida diera
para dárosla a Vos, en un suspiro.
Cuando de hinojos, Reina y Madre, miro
vuestra divina imagen, en madera,
barro y color, la propia vida diera
para dárosla a Vos, en un suspiro.
Mas yo siento caer sobre mi frente
vuestra dulce mirada.Y un consuelo
infinito de amor me ofrece un Cielo
-que no sabré ganar- eternamente.
Y, vuelta a mí la vista, al miserable
mundo que en nuestra vida apenas dura
-nave o nube- minuto despreciable:
"¡Triste- me digo- efímera criatura,
tú el insensible y muerte deleznable,
tú eres el barro, el leño y la pintura!"
Manuel Machado
vuestra dulce mirada.Y un consuelo
infinito de amor me ofrece un Cielo
-que no sabré ganar- eternamente.
Y, vuelta a mí la vista, al miserable
mundo que en nuestra vida apenas dura
-nave o nube- minuto despreciable:
"¡Triste- me digo- efímera criatura,
tú el insensible y muerte deleznable,
tú eres el barro, el leño y la pintura!"
Manuel Machado