viernes, 17 de abril de 2009



Aunque haya estado silenciosa en la Pascua...

Vos sabes Madrecita mía , que jamás podre dejarte sola,

que a tu lado voy caminando, y padeciendo dolores

pues Madre querida ya son seis las Pascuas,

en que me asociaste, a tu camino de madre dolorosa

Y tomada de tu Manto, sigo tratando de imitarte.

Sé tú mi Espejo, para salvación de mi alma

Para que en su Reino me reciba tu hijo Amado

Y siendo Él mi Amor pleno, abrace a mi hijo añorado