Aunque haya estado silenciosa en la Pascua...
Vos sabes Madrecita mía , que jamás podre dejarte sola,
que a tu lado voy caminando, y padeciendo dolores
pues Madre querida ya son seis las Pascuas,
en que me asociaste, a tu camino de madre dolorosa
Y tomada de tu Manto, sigo tratando de imitarte.
Sé tú mi Espejo, para salvación de mi alma
Para que en su Reino me reciba tu hijo Amado
Y siendo Él mi Amor pleno, abrace a mi hijo añorado